jueves, 19 de agosto de 2010

CANTICO DE VICTORIA


Las olas de la muerte me envolvían,
me espantaban las trombas de belial,
me rodeaban los lazos del seol,
había caido en los cepos de la muerte.
Clamé al Señor en mi angustia,
a mi Dios invoqué;
y escuchó mi voz desde su templo,
llegó mi llamada a sus oídos.
Y la tierra fue sacudida y vaciló,
retemblaron las bases de los montes,
porque inclinó los cielos y bajó.
Y el fondo del mar quedó a la vista,
los cimientos del orbe aparecieron,
extendió si mano para asirme,
me sacó de lo profundo de las aguas.

Salmo 18, 5-8 . 10 .16-17

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